Con una historia que se remonta a tiempos prehistóricos
Viladecans ha sido testigo de la presencia de romanos, visigodos y árabes a lo largo de los siglos. Sin embargo, fue durante la Revolución Industrial que el municipio experimentó un importante crecimiento económico gracias a la industria textil y otras actividades comerciales.
Hoy en día, Viladecans conserva su encanto histórico en el casco antiguo, donde calles estrechas y plazas acogedoras invitan a pasear y descubrir la arquitectura tradicional. La Iglesia de San Esteban y la Plaza de la Vila son solo algunos ejemplos de los tesoros arquitectónicos que se pueden encontrar aquí.